Día 1: Söderlman, Gamla Stan, Djurgardsvägen
Escogimos Estocolmo porque tenemos una amiga viviendo allí desde hace más de un año, y qué mejor que tener a una persona “local” que te asesore (a parte del gran placer de visitarla y estar con ella, claro). Tuvimos mucha suerte porque, aunque hacía fresquito, pillamos bastante sol.
Stortorget
Estocolmo es una ciudad que lo tiene todo, excepto el clima mediterráneo: cultura -está lleno de museos y exposiciones-, un casco histórico bonito, buena gastronomía, mar, naturaleza y, además, es una ciudad perfecta para pasear.
Vistas durante el paseo
Nosotros nos alojamos en un Airbnb en Söderlman, un barrio que recomendamos mucho (por lo visto está de moda y hay mucho ambiente joven). Llegamos por la mañana, por lo que Ari, nuestra amiga, nos vino a buscar y empezamos nuestra ruta desde Gamla stan pasando por Kunstradgarden y por Strandvagen.
En la puerta de Gröna Lund
La verdad es que nos pegamos un buen pateo, pero vale la pena porque Estocolmo es una ciudad ideal para andar, y con una temperatura también perfecta para perderte caminando.
Cena de Oaxen Krog. El cangrejo real, a la izquierda, espectacular
Cogimos Djurgardsvägen hasta Oaxen Krog, donde cenamos. El restaurante tiene vistas al mar y un ambiente joven un poco “pijo”. La comida es muy buena, con un toque moderno. A destacar el cangrejo real. Acabamos la noche en un bar muy divertido: Melt Bar. Llegamos a él en tranvía. Es como un antiguo teatro muy pequeños con dos plantas donde hacen espectáculos de cabaret.
Día 2: Vasastan y Fotografiska
Kungliga biblioteket
Por la mañana vamos el barrio de Vasastan, donde visitamos la Biblioteca Nacional (Kungliga biblioteket), que por fuera no es muy bonita pero por dentro es preciosa.
Pancakes y hueves benedict de Greasy Spoon
Cerquita Ari ya tenía un sitio clichado para hacer el brunch (¡sabe que me encanta hacer el brunch!). Así que nos tomamos unos pancakes y unos buenos huevos benedict en Greasy Spoon. Buena calidad, aunque hemos de esperar media horita larga para que nos den mesa. Salimos a reventar.
Foto de la exposición de Ellen von Unwerth
Foto de la exposición de Ellen von Unwerth
Visitamos el museo de fotografía en Söderlman (Fotografiska), que nos encantó. Hay una exposición de la fotógrafa Ellen von Unwerth, entre otras. Las exposiciones van cambiando, y Ari nos comenta que todas son muy buenas (es su museo favorito). También tiene una cafetería con unas vistas bastante bonitas.
Cafetería del Fotografiska
Subimos al Elevador de Katarina, que tiene buenas vistas del parque y a la ciudad.
Día 3: Skansen, Vasa y algunas compras
Haciendo el guiri en los caballos típicos en Skansen
Entramos Lagerhaus, una tienda de decoración que es para volverse locos. Compramos un par de velas. Después vamos a Skansen, una especie de parque temático que recrea la vida de los suecos en sus construcciones típicas y su modo de vida tradicional.
Panadería típica donde compramos fika
El parque es muy grande, por lo que estamos dos horas largas. Aunque tenemos mala suerte y encontramos algunas casas cerradas, como la imprenta, que según nos dice Ari es de las mejores. Comemos una hamburguesa en el parque que no está mal, aunque el servicio es pésimos. También nos tomamos un bollito típico de canela, fika, que está buenísimo, en la panedería antigua con el panadera vestido a lo tradicional.
Oso en el parque de Skansen
Además, en Skansen hay una especie de zoo donde, entre otros, hay lobos, osos y focas. Aunque no sor muy partidaria de los zoos, en general estos animales tienen bastante espacio al aire libre para moverse.
Museo Vasa
Por la tarde visitamos también el Museo del barco (Vasa). Impresiona bastante, y su historia también. Aprovechando que hace sol, hacemos una cerveza en Josefina, una carpa muy chula con rollo (perfecto si hace sol) que está por la zona. Hacemos algunas compras en H&M casa y Monki (ropa).
Celebración de la noche de Walpurgis
Después vamos a celebrar un poco la noche de Walpurgis (sobre las 19.30h-20h), en la que se festeja la llegada del verano. Se hacen hogueras por todo Suecia, y nosotros presenciamos una de ellas cerca del metro. Después cogemos el mismo metro para cenar en Tranan, muy recomendable. Yo me tomo un salmón fresco exquisito y el postre también muy bueno. Además tiene mucho ambientillo local.
Día 4: Museo de Abba y comida en el centro
Vistas del parque Gröna Lund desde el barco que nos llevó al centro
Visitamos el museo de Abba, el cual es divertido (especialmente si te gusta Abba y no tienes vergüenza). Es un museo caro (vale 25 euros) pero te explica muy bien la historia del grupo y la verdad es que hay piezas únicas. Cogemos un barco para ir al centro (te sirve la tarjeta ordinaria de transporte que se usa per el metro o el tram). Es chulo porque tienes buenas vistas del parque y la ciudad antigua.
Vistas en la zona de Skeppsholmen
Nos tomamos una cervectia, otra vez aprovechando el sol, cerca del Moderna Museet, en la zona de Skeppsholmen, al que finalmente no entramos (solo vemos la cafetería y las vistas que tiene).
Albóndigas del Gastabud
Comemos en un sitio muy bueno típico del centro del centro, un salmón y albóndigas típicas (enormes), todo buenísimo. El restaurante se llama Gastabud. Tuvimos que esperar unos 20 minutitos para sentarnos, per tienen una barrar para tomarte una cervecita. Fue nuestra última comida. ¡Volveremos Estocolmo!